Cuidados caninos ante la procesionaria
El año pasado, por estas fechas, os hablábamos en nuestro blog sobre los peligros que supone el contacto de nuestra mascota con la procesionaria del pino. En Mónica Gómez nos preocupamos por la seguridad de las mascotas y por ello, queremos explicaros cómo actuar en caso de picadura.
Durante los meses de marzo, abril y mayo suele ser frecuente ver a este tipo de orugas procesionarias que acampan a sus anchas en numerosos pinares. Es por ello, que es importante tomar precauciones o evitar los paseos por parques o zonas con pinos. En Madrid, suelen ser frecuentes en parques como El Retiro.
Este tipo de oruga produce urticarias y alergias tanto en personas como en animales. Nosotros tenemos que evitar tocarlas con las manos, utilizar siempre guantes o mascarilla. Si ves a tu perro nervioso o inquieto o intentando rascarse la boca, puedes tener indicios para sospechar. Algunos de los síntomas es la inflamación (en la cara, labios, lengua), problemas para cerrar la boca, asfixia, vómitos, hemorragias.
En muchas ocasiones, la curiosidad canina puede jugar una mala pasada. Si sospechas que tu perro ha estado en contacto con este insecto, lo primero de todo es lavar inmediatamente bien la zona afectada con agua o suero fisiológico ya que el calor destruye la toxina.
Es importante hacerlo sin frotar ya que podemos contribuir a romper los pelos clavados y liberar más toxina.
Posteriormente, acudir a un veterinario para intervenirle antibióticos y corticoides. Existen medicamentos como método preventivo por si nos ocurre lejos de una veterinaria.
Si ves en un parque público bolsas blancas en los pinos son procesionarias, te recomendamos informar de este hecho a las autoridades municipales para que tome medidas y elimine a estas orugas.