¡Alerta! La procesionaria está llegando

No hablamos de Semana Santa, no. Hablamos del peor enemigo para tu mascota: la procesionaria. Ese insecto venenoso que puede provocar problemas oculares, bronquiales e incluso la muerte del animal. Hoy en Mónica Gómez te aconsejamos cómo proteger a nuestros pequeños peludos de este parásito.
Es la es la plaga más importante en los pinares mediterráneos. La oruga procesionaria de pino (Thaumetopoea pityocampa) regresa con la llegada de la primavera, entre febrero y abril. Comienza a marcharse el frío en algunas zonas. Otras isn embargo, han convivido con las zonas arboladas y muchos pinos llenos de bolas blancas donde habitan las procesionarias.
En cualquier caso, suponen un peligro para humanos y animales. Según los expertos, esta oruga cuenta con "500.000 pelos o tricomas especiales que asemejan morfológicamente a pequeños dardos o flechas envenenados". Primero, son mariposas en verano. Se reproducen y la hembra coloca sus huecos en las hojas de los árboles que nacen a laos 30-40 días de la puesta. Se refugian del frío en los nidos de seda y cuando el invierno finaliza y llega el buen tiempo, descienden al suelo en forma de fila.
En su etapa final, buscan un lugar para enterrarse y hacer la metamorfosis y convertirse en crisálida. En verano, comienzan de nuevo su ciclo.
Evita las zonas de arboles y pinos. Si ingiere una procesionaria, lava la zona sin frotar con agua fría y acude a un veterinario para que le inyecte el tratamiento por vía intravenosa y así el efecto sea inmediato.
Fuente imágenes: laverdad.es