magnetismo canino
¿Nunca te ha llamado la atención el que tu perro gire sobre sí mismo cuando se prepara para defecar? ¿cómo si buscara la posición donde mejor se encontrara?
Doce investigadores alemanas y chechos se preguntaron esto mismo, y comenzaron sus investigaciones, las cuales se han publicado recientemente en la revista científica Frontiers in Zoology.
En sus estudios estuvieron observando a más de 70 perros, de más de 30 razas diferentes, con más de 1.800 defecaciones y más de 5.500 orinas caninas.
Después de dos años de investigaciones concluyeron que los perros son sensibles al campo magnético de la Tierra, y por ello eligen para defecar y orinar la posición del eje norte-sur.
El campo magnético de la Tierra también afecta a otras especie, como por ejemplo los salmones. Éstos tienen como una especie de GPS interno que les permite detectar leves fluctuaciones del campo magnético y usarlas para cambiar de dirección.
Así los salmones son capaces cada año de recorrer centenares de miles de kilómetros desde el océano hasta los ríos en los que nacieron. La intensidad del campo magnético (más fuerte cerca de los polos ), y el ángulo de inclinación forman una especie de mapa magnético que guía al salmón.
Con los perros pasa algo similar, ya que parece que son sensibles a los polos magnéticos de la Tierra. Según dijeron los científicos: "Los perros prefieren orinar y defecar con su cuerpo alineado a lo largo del eje norte-sur terrestre. Eso sí, siempre que el animal se encuentre tranquilo y libre de la correa"
Debido a que esto solo ocurre cuando el perro se encuentra libre, en espacios exteriores y tranquilos, los científicos se preguntaron también si el campo magnético terrestre podía afectar también al comportamiento de nuestras mascotas.
Según el estudio, la conclusión fue que sí que afectaba a su comportamiento. Los científicos advertían que "los canes han demostrado ser sensibles al magnetismo terrestre, y este campo magnético variable puede provocar cambios no solo en la dirección que el animal elige para defecar, sino también en otras respuestas y comportamientos".
Desafortunadamente todavía no se conoce más sobre el tema y sobre cómo influye este magnetismo terrestre en el día a día en nuestro perro.