Perros y chocolate. ¿Leyenda o realidad?
Se trata de una especie de dicho, una sabiduría popular que la gente ha oído en alguna parte y a la que se puede hacer más o menos caso, como a cualquier otro dicho o refrán...
Pero, ¿Qué hay de cierto en la extraña relación que mantienen los perros y el chocolate?
El hecho es que si pusieras un gran bollo relleno de chocolate delante de tu perro, seguro que éste se lanza a por él y disfruta de cada mordisco. Esto se debe a que los perros, al igual que los humanos, sienten predilección por el dulce y no se paran a pensar en los posibles efectos adversos que podría tener el chocolate en ellos, solo quieren complacerse.
El componente del chocolate que resulta tóxico para los perros es la teobromina, una sustancia que los humanos metabolizamos fácilmente, pero que en el caso de los perros lo hacen mucho más lento. Esta diferencia hace que la teobromina se acumule en el organismo del perro por mucho más tiempo, hasta 72 horas en casos graves, y resulte peligrosa por la intoxicación que puede provocar.
Esta molécula es generada por el propio vegetal, no es un añadido artificial para el consumo.
Sucede lo mismo con la cafeína presente en el chocolarte, aunque en este caso su concentración es mucho menor.
En cualquier caso, no todo el chocolate es igual de peligroso.
Se puede deducir fácilmente que la cantidad de teobromina tiene que ver con la calidad y el tipo de cacao: siendo el chocolate blanco el que menos contiene (0,01miligramos por gramo de chocolate), seguido del chocolate con leche (2mg por gramo). Todo esto de acuerdo al estudio de Gwaltney-Brant.
Siguiendo esta progresión el chocolate negro dulce contiene 4,5 mg por gramo de producto, mientras que el polvo de cacao seco contiene ¡Mas de 26 miligramos en cada gramo!
Podeis consultar una tabla muy útil en el siguiente enlace, en el que podréis ver la relación entre el peso del perro y los riesgos de la ingesta de chocolate. MUY RECOMENDABLE.
http://ngm.nationalgeographic.com/2007/10/pets/chocolate-chart-interactive.html
Parece ser que finalmente había mucho de cierto en lo de que no se debe dar de comer chocolate a un perro.
En la Escuela Mónica Gómez hemos pensado que sería muy interesante poder ofreceros toda esta información para que conozcais mejor a vuestros compañeros y les podais dar un cuidado óptimo que les permita estar en las mejores condiciones.
En resumen, lo ideal es evitar que el perro consuma cualquier tipo de chocolate: les provoca vómitos, diarreas, hiperactividad hasta llegar al paro cardíaco, infartos y muerte. Además puede tardar horas e incluso días en manifestar los síntomas.
Y aunque a un perro adulto grande no le pasará nada si en un descuido se come una chocolatina, en el caso de chocolates amargos y perros más pequeños o en cachorros es mejor pecar de cauteloso y consultar con un veterinario.